En los años que llevo ejerciendo este es un debate sin fin entre compañeros, y siempre llegamos a la misma conclusión: quien tiene dinero, genera dinero.
Y la verdad es que en muchas ocasiones de forma inmerecida.
A raiz de las famosas clausulas suelo, he leído ultimamente un artículo en el que se advierte a los consumidores de que muchos bufetes establecen a su vez a sus clientes unas clausulas realmente abusivas llegando a quedarse el cliente, con un importe mínimo respecto al total recuperado.
De hecho, también hace poco tiempo, un usuario me comentaba que había firmado un presupuesto donde le cobraban un 25% de la cantidad recuperada mas las costas judiciales a cargo del banco. Desde nuestro humilde punto de vista una aberración que no hace mas que dar mala fama a nuestro colectivo.
No hay mas que encender la televisión para descubrir despachatazos que invierten una millonada en publicidad y que en consecuencia se han llevado a la gran mayoría de los consumidores afectados. Y como en eso, en todo.
Claro está esto no solo supone un perjuicio para los clientes quienes confían en el renombre de la marca sino un perjuicio para los pequeños despachos que de forma honesta, intentamos sobrellevar nuestro dia a dia con pequeñas infraestructuras y poca liquidez para realizar este tipo de inversiones.
Seguimos en una sociedad en que impera la Ley del mas fuerte, la Ley del que mas alto habla y desde luego no es necesariamente el que de una manera mas eficaz y mas trasparente va a defender sus intereses.
Para mas inri el decreto del Gobierno por el que se le quita el CASTIGO a las entidades bancarias. Esto es, si devuelves lo que has robado, no pagas costas. Luego entonces, no se te castiga.
Si aplicáramos esta regla de tres a los ladrones de a pie, no existirían las penas de prisión o las de multa o incluso las de trabajos en beneficio de la comunidad. La realidad es que con esta medida todo el trabajo realizado por los abogados (estudio y presentación de demandas) no habrá servido de nada, y de nuevo nos preguntamos a quien perjudica esta medida y a quien beneficia. Clara es la respuesta.
Lo cierto es que los pequeños despachos ademas de soportar los inconvenientes de ser autónomos (como lo somos la mayoría), ademas de soportar los perjuicios de ser eso precisamente, despachos pequeños, nos encontramos con un obstáculo cada dia distinto: un dia la competencia con los Grandes del Derecho, ayer la imposibilidad de fraccionar el IVA, hoy el no cobro de las costas judiciales, y mañana…que será lo próximo?
Si los vecinos siguiesen confiando mas en la carnicería del barrio, en la tienda de ropa a pie de calle, en el mecánico de toda la vida, en su abogado de pueblo, tal vez, solo tal vez, remontaríamos quizás un poco, esta sociedad de consumo y apariencias.
